Los anunciantes, motivados por establecer mayores puntos de conexión entre usuario y marca, han decidido, y así lo indican las estadísticas, aumentar, desde el año 2012, su inversión en publicidad en este tipo de formato, que puede acercarse con facilidad a los 40 millones de dólares en 2020.
Datos que muestran que la publicidad exterior funciona y complementa a todas las demás. Se ha sabido adaptar y reinventar, como tantos otros: caminando de la mano con la tecnología y viendo como amiga a la digitalización.